miércoles, 14 de septiembre de 2011

LAICOS: EL REINADO DE DIOS SE PARECE A UN PROPIETARIO...Mt.10.1-16


Mateo 10, 1-16
20 1Porque el reinado de Dios se parece a un propietario que salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña. 2Después de ajustarse con ellos el jornal de costumbre, los mandó a la viña. 3Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo 4y les dijo:
-Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo que sea justo.
5Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. 6Saliendo a última hora, encontró a otros parados y les dijo:
-¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?
7Le respondieron:
-Nadie nos ha contratado.
Él les dijo:
-Id también vosotros a la viña.
8Caída la tarde, dijo el dueño de la viña a su encar­gado:
-Llama a los jornaleros y págales el jornal, empe­zando por los últimos y acabando por los primeros.
9Llegaron los de la última hora y cobraron cada uno el jornal entero. 10Al llegar los primeros pensaban que les darían más, pero también ellos cobraron el mismo jornal por cabeza.  11Al recibirlo se pusieron a protestar contra el propietario:
12 Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos cargado con el peso, del día y el bochorno.
13E1 repuso a uno de ellos:
-Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajus­taste conmigo en ese jornal? 14Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo que a ti. 15¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera con lo mío?, ¿o ves tú con malos ojos que yo sea generoso? 
16Así es como los últimos serán primeros y los pri­meros últimos.
COMENTARIOS
I
CONTRATADOS A ULTIMA HORA
Tiempos de paro y desempleo, aquellos también. Grandes latifundios. Pobres de solemnidad, las dos terceras partes de un país que "manaba leche y miel", como rezaba el eslogan propagandístico desde tiempos de Josué. Miseria legalizada. En la plaza del pueblo -hoy oficinas de Empleo- se arremolinaban los hombres esperando un contrato de trabajo. El capital -como siempre- en manos de los menos; como resultado, miseria y pobreza era la experiencia dolorosa de los más.
Este es el marco social de la parábola de los contratados a la viña. Si los hombres le pusiéramos título, la llamaríamos "injusticia divina"; si Dios," generosidad sin límites". Pero recordemos la historia.
"El reino de los cielos se parece -decía Jesús- a un propietario que salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada -salario mínimo- los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vió a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: Id también a mi viña y os pagaré lo debido". Y así durante el día varias veces más hasta una hora antes de terminar la jornada laboral.
Al ir a cobrar por la tarde, el capataz pagó a todos lo mismo. Los contratados a primera hora protestaron ante lo que consideraban una grave injusticia. Pero el amo -Dios- se despachó con esta respuesta: "Amigo, no te hago injusticia. ¿No ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo que a ti, ¿es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O ves tú con malos ojos que yo sea generoso? Así es como los últimos serán los primeros y los primeros, últimos".
Si hacemos una lectura religiosa e histórica de la parábola dinamos que "los primeros" -los judíos- no tienen más derecho por haber sido desde el principio destinatarios del mensaje de Jesús que "los últimos" -los paganos- que no eran herederos natos de las promesas divinas otorgadas al pueblo de Israel. El derecho a disfrutar de la salvación no lo da la pertenencia de siempre a una raza, religión o pueblo, sino la fidelidad en responder a la llamada de Dios, independiente de la hora de la vida en que ésta se reciba.
Haciendo una lectura social de la parábola concluimos que todos tienen derecho a vivir -salario mínimo-, quienes ya tienen su puesto en la mesa de la vida desde primera hora -los instalados- y quienes han llegado tarde a la mesa de la sociedad de consumo en crisis -los parados, los marginados-. El mínimo vital no se le puede negar a nadie. A éste, todos tienen derecho. La solución no está en subir el salario mínimo -que también- sino en bajar el máximo, estableciendo unos vasos comunicantes de solidaridad humana que igualen a todos.
Una humanidad, basada en unas normas de justicia, promulgadas desde arriba -los instalados- no nos vale. ¿Qué es lo justo y lo legal en un mundo donde muchos no tienen lo necesario y vital, y otros derrochan lo que fraudulentamente (legalmente) llaman suyo?
Los hombres corremos el peligro de llamar injusticia al comportamiento de Dios, a ese modo de actuar que Dios mismo llama generosidad, y que tiene por resultado igualar, hermanar a los humanos en el derecho fundamental. el derecho a la salvación. Y la salvación comienza por la liberación del hombre de la miseria, la pobreza, la opresión y la injusticia hasta llegar a crear un mundo nuevo y una nueva tierra donde no haya ni llanto ni luto ni dolor... Es hora de que los últimos, los marginados, los parados, los pobres de la tierra, ocupen el puesto que le han usurpado los de siempre. Dios lo quiere.
II
LA JUSTICIA DE DIOS
Nos hemos empeñado en hacer un Dios a nuestra medida, -pero... Dios se resiste a que lo empequeñezcamos intentando asemejarlo a los grandes de este mundo. Su justicia nunca es neutral: siempre está de la parte de los pobres, de los débiles, de los que no pueden defenderse por sí mismos, de los que no tienen derechos porque no tienen fuerza para defenderlos.
COMPETITIVIDAD
La vida se nos presenta, a los que vivimos en los países occidentales, como una continua competición en la que sólo unos pocos triunfan. Ya no se trata de vivir con dignidad; lo que importa es ser los mejores, llegar los primeros, subir más arriba que nadie... Desde la escuela -«el primero de la cla­se»- hasta las cosas más domésticas -«la ropa más blanca que la de la vecina»-, vivir significa competir.
Y eso tiene una consecuencia: nos sentimos competidores unos de otros. Porque el primero sólo puede ser uno, uno sólo puede ser considerado el mejor, son pocos los puestos de los triunfadores; y así, todos los que luchan por el mismo puesto, luchan entre sí. Y luchando unos contra otros, y haciéndolo además en solitario, no es posible vivir como hermanos.
Y ha penetrado tan hondo en nosotros este modo de pen­sar, que incluso los que estamos acostumbrados a leer el evan­gelio tenemos dificultades pata aceptar como justo que gane lo mismo el que ha trabajado sólo un par de horas que quien ha pasado el día entero en el tajo. [Está claro que de lo que se trata en la parábola es de igualar por arriba, pagando el sa­lario completo a todos. Y está claro que los últimos que se incorporaron al tajo no habían ido antes porque no los habían llamado. Nada se quitó a los que empezaron primero; tampo­co se premió a los vagos.]
«... SEGUN SUS NECESIDADES»
Jesús de Nazaret, que viene a enseñarnos a vivir como her­manos, propone como uno de los componentes esenciales de su mensaje la idea de la igualdad radical entre los hombres y la exigencia para sus seguidores de construir una sociedad de iguales. Bastaría leer algunos párrafos del evangelio de Mateo para hacer desaparecer la más pequeña duda: «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar 'señor mío', pues vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos; y no os llamaréis 'padre' unos a otros en la tierra, pues vuestro Padre es uno solo) el del cielo; tampoco dejaréis que os llamen 'directores', porque vuestro director es uno solo, el Mesías» (23,8-10). Y esta igualdad radical en lo que a dignidad se refiere tiene su aspecto económico perfectamente explicado en el libro de los Hechos de los Apóstoles: «Los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común: vendían posesiones y bienes y lo re­partían entre todos según la necesidad de cada uno» (2,44-45). «Nadie consideraba suyo nada de lo que tenía, sino que lo po­seían todo en común... entre ellos ninguno pasaba necesidad, ya que los que poseían tierras o casas las vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno» (4,32-35). Así de claro.
NI ULTIMOS NI PRIMEROS
«Todos, aunque sean primeros, serán últimos, y aunque sean últimos, serán primeros».
«Así es como los últimos serán primeros y los primeros últimos».
El sentido de la parábola (la de aquel hombre que fue lla­mando jornaleros a su viña durante todo el día y, a la hora de pagar, entregó a todos el mismo salario, el salario completo, sin hacer distinción entre los que habían llegado a primera hora y los que habían llegado al atardecer) queda claramente resumido en las dos frases que la enmarcan: en el grupo for­mado por los que tienen a Dios por Rey (Mt 5,3.10), en el mundo organizado al gusto del Padre, no habrá ni primeros ni últimos, todos serán iguales en dignidad y en derechos. No se concederán ventajas ni dignidades al que realice un trabajo considerado más importante, ni al que tenga más capacidad, ni al que haya llegado antes... Ese grupo ha de ser una comu­nidad de hermanos, de iguales, con un solo Padre, un solo Señor y un solo Maestro (Mt 23,8ss). En ese grupo cada uno aportará según sus posibilidades («Otros cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento; otros, sesenta; otros, trein­ta»: Mt 13,8.23) y recibirá en todo, hasta en vida eterna, se­gún sus necesidades, esto es, todos lo mismo. Y ese grupo ha de ser una muestra de lo que Dios quiere para todo el mundo.
Muchos cristianos han intentado a lo largo de la historia poner en práctica este ideal. Al menos desde el siglo IV, todos o casi todos los que lo hicieron tuvieron problemas. Muchos de ellos se vieron acusados de herejía, o de no amar a la jerar­quía de la Iglesia, o de no respetar la ley natural, según la cual, decían, la propiedad privada es un derecho inviolable. Hoy, a los que defienden un sistema económico en el que cada cual obtenga lo necesario para satisfacer sus necesidades con digni­dad se les acusa de ser marxistas (cierto que es un principio fundamental de la teoría marxista eso de que cada cual debe trabajar según sus posibilidades y recibir según sus necesida­des, pero los Hechos de los Apóstoles se escribieron dieciocho siglos antes que El capital). ¿No estarán indicando todos estos conflictos que aún no hemos comprendido cuál es la justicia de Dios?
III
v. 1: Porque el reinado de Dios se parece a un propietario que salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña.
La viña era símbolo del pueblo de Dios, antes Israel (cf. Is 5,7; Sal 80,9s.15s); ahora lo es del nuevo pueblo de Dios, la humanidad entera (cf. 21,41). La parábola ilustra el principio expuesto en 19,30: la cantidad o calidad del trabajo o del servicio, la antigüedad, las diversas funciones en la comunidad, el mayor rendimiento no crean situación de privilegio ni son fuente de mérito (el mismo jornal para todos), pues este servicio es respuesta a un llamamiento gratuito. El sentimiento del propio mérito produce descontento y división (vv. 11s.15). El llamamiento gratuito espera una respuesta desinteresada. En otras palabras: el trabajo, que es la vida en acción, no se vende: sería prostituirlo; no nace del deseo de recompensa, sino de la espontánea voluntad de ser­vicio a los demás (5,7.9). No se trabaja para crear desigualdad, sino para procurar la igualdad entre los hombres, y ésta debe ser patente en la comunidad.
v. 2: Después de ajustarse con ellos el jornal de costumbre, los mandó a la viña.
 «El jornal de costumbre»:  lit. «un denario cada día», jor­nal ordinario de un trabajador en aquel tiempo. En la parábola, la cuantía no es significativa, lo que importa es la igualdad de jornal para todos. Nótese que la menor cantidad de trabajo no se debe a negligencia, sino a la hora de la llamada.
vv. 3-14: Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo 4y les dijo: -Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo que sea justo.5Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. 6Saliendo a última hora, encontró a otros parados y les dijo: -¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar? 7Le respondieron: -Nadie nos ha contratado. Él les dijo: -Id también vosotros a la viña. 8Caída la tarde, dijo el dueño de la viña a su encar­gado: -Llama a los jornaleros y págales el jornal, empe­zando por los últimos y acabando por los primeros. 9Llegaron los de la última hora y cobraron cada uno el jornal entero. 10Al llegar los primeros pensaban que les darían más, pero también ellos cobraron el mismo jornal por cabeza.  11Al recibirlo se pusieron a protestar contra el propietario: 12 Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos cargado con el peso, del día y el bochorno. 13El repuso a uno de ellos: -Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajus­taste conmigo en ese jornal? 14Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo que a ti.
«A media mañana»: lit. «alrededor de la tercera hora», es de­cir, «a eso de las tres». El mundo antiguo dividía el día en doce horas de luz (salida a puesta del sol) y doce de noche (puesta a salida). En consecuencia, la longitud de las horas variaba según las estaciones: más cortas las del día en invierno y más largas en verano. «Las tres» = «media mañana / hacia las nueve» en nues­tro cómputo; paralelamente, v. 5 «a mediodía» (gr. «hacia las seis»), «a media tarde» (gr. «hacia las nueve»), y v. 6 «a última hora» (gr. «hacia las once»).
v. 15: ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera con lo mío?, ¿o ves tú con malos ojos que yo sea generoso?
«Ves tú con malos ojos»:  lit. «el ojo tuyo malvado es». «Ojo malvado» es un  semitismo que significa envidia, tacañería (cf. 6,22). El modis­mo castellano enlaza con el primer significado.
v. 16: Así es como los últimos serán primeros y los pri­meros últimos.
«Los primeros»: el colofón repite (cf. 19,30) la clave de lectura de la parábola, la igualdad en el reino de Dios (= comu­nidad cristiana).
La respuesta positiva de los que aceptan trabajar en la viña, que significa la dedicación al servicio del hombre, equivale al se­guimiento de Jesús. El don que a todos se da es el Espíritu, en paralelo con lo sucedido con Jesús en el bautismo (3,16). Los momentos sucesivos de la llamada pueden indicar también la entrada de los paganos en la iglesia. Los israelitas, llamados en primer lu­gar, no pueden considerarse superiores a los nuevos miembros de la comunidad.
IV
La gracia y la misericordia de Dios se contrapone a la mentalidad religiosa judía de los tiempos de Jesús. Frente a la teología del mérito del sistema religioso se opone la teología de la gracia predicada por Jesús. Desde esta perspectiva, la salvación no se alcanza solamente por méritos propios sino por la misericordia de Dios que nos la concede a pesar de que no la merezcamos.
El texto del segundo Isaías centra su actividad profética en el tema de la consolación del pueblo desterrado. Pero el destierro fue por la desobediencia del pueblo y de sus dirigentes que se apartaron de Dios y quebrantaron la alianza. Sin embargo, Dios no abandona a su pueblo. Si el pueblo es infiel a la alianza, Dios permanece siempre fiel. Los caminos del Señor son muy distintos de los caminos humanos. El profeta insiste en la invitación a buscar al Señor. Hace un llamado a la conversión y al arrepentimiento porque Dios es Clemente y misericordioso y siempre está dispuesto al perdón. Los planes de Dios no son tan limitados y mezquinos como los de nosotros.
Pablo, en la carta a los Filipenses, plantea una seria disyuntiva: o morir para estar con Cristo o quedarse en medio de ellos para ayudarles en sus dificultades. Pablo, prisionero por Cristo, presiente que sus días ya están llegando a su fin. Perseguido, calumniado, encarcelado, azotado y despreciado de muchos ha vivido en su propia persona la pasión de su Señor. Consecuente con su predicación, si se ha esforzado por vivir el evangelio de Jesús, entonces es normal que corra la misma suerte que su maestro. Pero también tiene la plena convicción de participar de la gloria de la resurrección. Tanto su vida como su muerte está en función de Cristo. Si está vivo es para seguir anunciando el evangelio, si muere es para entrar en la plena comunión de los justificados por El. Así las cosas, Pablo siente que su misión ha llegado a su fin. Como Jesús, puede decir todo está cumplido. Pero a Pablo le queda la gran preocupación de la fragilidad de las comunidades, cuya fe está fuertemente amenazada por el ambiente cultural y religioso de las colonias del Imperio.
En la parábola de los trabajadores descontentos con la paga se refleja el modo de actuar de Dios contrario a nuestra mentalidad utilitarista. El contexto de la parábola debió se la controversia de Jesús con las autoridades judías por su continua relación con personas de dudosa reputación como publicados, pecadores, enfermos, niños, paganos y mujeres. Precisamente aquellos que estaba considerados impuros y, por tanto, excluidos del círculo de santidad. Pero en el contexto de la comunidad mateana se percibe el conflicto producido entre los judeocristianos y paganos cristianos que confluyen en la misma comunidad. Era inaceptable que los recién conversos tuvieran el mismo trato de los que han pertenecido desde tiempos antiguos al pueblo elegido. Es claro que el encuentro entre judaísmo y cristianismo en el seno de una misma comunidad resultó bastante complicado. Así lo manifiestan otros escritos del nuevo testamento como la carta a los gálatas.
La parábola, narrada por Jesús, parte de un hecho real. El propietario representa a los terratenientes que a base de aranceles habían quitado las tierras a los campesinos. Así mismo, los desocupados eran los que lo habían perdido todo y se alquilaban por cualquier cosa para poder vivir. Por supuesto que había quienes siempre eran clientes fijos del propietario, es decir, aquellos a quienes siempre se les contrataba, y estaban los que iban apareciendo a última hora. La clave de la parábola no está en la actitud equitativa del patrón, pues el podría pagar como quisiera. Lo que llamó la atención a los oyentes es que haya preferido a los que no eran sus trabajadores (los de la última hora) sobre los que si lo eran (los de la primera hora). Situación incomprensible desde todo punto de vista.
El sistema religioso del tiempo de Jesús y de las primeras comunidades centraba la práctica religiosa en el mérito y la paga. La salvación se había convertido en un mercado de compra y venta. Jesús cuestiona a fondo esta mentalidad que tanto mal le ha hecho al pueblo. La salvación es don gratuito de Dios. Y la gracia tiene que ver con el amor misericordioso. Dios no maneja nuestros esquemas contables interesados y lucrativos. Para Dios, tanto los primeros como los últimos son objeto de su inmenso amor y misericordia.
Hoy tenemos que superar todo espíritu de competencia y codicia. Tenemos que superar sobre todo el «exclusivismo» que todavía late en el subconsciente cristiano: ya no lo decimos ni lo sostenemos, pero muchos lo siguen pensando: nosotros, nuestra religión, sería la única verdadera, y por tanto la superior, la definitiva, la insuperable, aquella a la que las demás religiones (¡y culturas!) deberán confluir... Si ya muchos han abandonado aquella visión veterotestamentaria de que «las naciones y los pueblos vendrán a adorar a Dios en Sión» -porque sociológicamente ya no parece previsible ni viable que el mundo vaya un día a ser todo él cristiano-, no dejamos de tener esa conciencia de «exclusivismo» cuando nuestras autoridades y jerarquías condenan autoritariamente y sin diálogo alguno opiniones sociales, criterios éticos, que se dan en distintas sociedades, apoyados en el convencimiento de que nuestra verdad es incuestionablemente superior a la de los demás, por principio, y que tendríamos derecho a imponerla en la sociedad (laica, aconfesional) sin necesidad siquiera de dialogar y convencer a la población... Es una actitud de complejo de superioridad que no tiene ninguna justificación.
La apertura a todos, el reconocimiento sincero de que no tenemos un «gratuito e inmerecido derecho de primogenitura», que no somos «los (únicos) elegidos», que los que hemos considerado tradicionalmente «últimos» (o en todo caso, posteriores a nosotros) no lo son, que Dios es «gratuito» y sin favoritismos... son asignaturas pendientes todavía para las Iglesias cristianas...
No cabe duda de que aceptar en profundidad el mensaje evangélico de hoy de que «los primeros serán los últimos», nos exige un cambio de mentalidad a fondo. También el pluralismo religioso y el diálogo intercultural hay que elencarlos entre esos grandes desafíos generados por el descubrimiento más profundo de la «gratuidad de Dios» que la parábola del evangelio de hoy vuelve a poner ante nuestros ojos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

COMPARTAMOS ES TE ENLACE: En Chile, uno de los hombres más grandes y humildes de nuestra historia, el más importante sindicalista, fue el anarquista cristiano Clotario Blest, quien dijo con mucha convicción "Sin cristianismo, no hay socialismo". Les dejo un documental sobre su vida. http://www.youtube.com/watch?v=iCwlt8K2JFY

http://www.facebook.com/l/JAQAXWU4eAQCrNiuzezlcTq_H0dqvre3zwt4V-AdOjnsbpQ/www.youtube.com/watch?v=iCwlt8K2JFY


sábado, 3 de septiembre de 2011

LUIS GUEVARA: EL PROYECTO DE DIOS PARA LA HUMANIDAD ES UN SOCIALISMO


EL PROYECTO DE DIOS PARA EL HOMBRE ES UN SOCIALISMO
Luis Guevara

No intento inculcar terror ni escándalo en mis lectores, sean o no cristianos. Mucho menos coartar su libertad para seguir creyendo aquello que siempre han creído. Quizás al leer este escrito se produzcan sorpresas explicables, debido a las enseñanzas tradicionales  y los códigos aprendidos y repetidos a través de los años. Solo busco hacer un corto recorrido por los más significativos actos portentosos de Dios, plasmados en las Sagradas Escrituras.

Estoy convencido de que la historia sagrada revela que Dios tiene un Proyecto para la humanidad, extensivo también al cosmos, a la creación y a la naturaleza, tal como lo indica el apóstol Pablo en su carta a los romanos, capítulo 8. Esta “La creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora…” “…para ser liberada de la esclavitud de corrupción y nosotros, también gemimos esperando la adopción,  la redención de nuestros cuerpos”.
Sostengo que este Proyecto divino continúa revelándose a los hombres a través de la historia y de algún modo está llegando también a nuestra propia realidad histórica. 

El Proyecto de Dios atañe no solo a los hombres, sino también a los sistemas y estructuras, sean políticos, sociales, económicos o religiosos y al referirse a las estructuras o instituciones de poder Dios las llama a regirse por su Proyecto y las condena por sus desviaciones.

En la Biblia hay una hermosa variedad de términos  que nombran o caracterizan el Proyecto de Jehová, el Proyecto de Dios o el Proyecto de Jesús. En muchas ocasiones se le llama el plan de Dios, el Reino de Dios, el evangelio o buenas nuevas, el año agradable del Señor, la salvación, la buena voluntad de Dios. Este escrito usa además, términos tales como: un humanismo, la liberación, la dignificación del hombre, la esperanza del hombre, pero, por varias razones he preferido denominarlo “Un Socialismo” (no reducido exclusivamente a lo político).

La idea es crear un punto de encuentro lingüístico, accesible al lector; un tipo de hermenéutica para hacer  comprensible la revelación de Dios en este tiempo y realidad. Es un enfoque teológico centrado en el hombre, en un contexto histórico. Insisto en que la comunicación del mensaje bíblico debe hacerse accesible al lector en su propio contexto. De otra manera se hace incomprensible, abstracto o ambiguo.

Declaro que los escritores bíblicos, tanto del A.T. como del N.T. realizaron esta tarea maravillosamente y presentaron sus escritos en el marco de su realidad histórica. Los escritores del A.T. lo hicieron tomando como marco referencial al Dios que actúa en la historia del pueblo judío. Los del N.T. por su parte, actualizaron dicha acción divina a través de la vida y ministerio de nuestro Señor Jesucristo y su iglesia, considerado ahora como el nuevo pueblo de Dios.

Lo que sigue es un conjunto de varios párrafos donde de manera muy sintética presento algunos de los bloques bíblicos que aluden al diseño del Proyecto de Dios para el mundo y cómo éste delinea un socialismo.

Primero, La génesis del Proyecto se encuentra en la misma creación original, presentada en los primeros capítulos del primer libro de la Biblia. Allí Dios creó todas las condiciones humanas adecuadas para que la primera pareja viviera felizmente. El deseo de Dios era que estas condiciones perduraran para el resto de las generaciones. Dios mismo estableció los principios y valores bajo los cuales debían regirse. Eran valores de justicia, igualdad, amor, fraternidad y solidaridad. 

El gran plan de Dios era que esta pareja y todos los seres humanos disfrutaran de bienestar pleno. Consideró que no era bueno que Adán estuviera solo y le hizo ayuda idónea. Luego los nombró mayordomo de todo lo creado y les ordenó regirse por el Proyecto divino. Cada uno debía cumplir su parte y así vivirían eternamente. Pero ellos desobedecieron. Al cambiar el plan original de Dios retornó el caos. Dios les castigó. Fueron expulsados del jardín donde reinaban las condiciones de vida. Pero el Proyecto de Dios no se paralizó. Ya en este momento comienza a visualizarse la figura de Jesús.

Segundo, surge luego un importante personaje, Abraham el patriarca, extranjero, de Ur de los caldeos, hombre rico, pero a quien se le pide que deje todo para seguir bajo el Proyecto de Dios. Esa exigencia era equivalente al caso del Joven Rico en el N.T. a quien Jesús le pide que se despoje de su riqueza, la entregue a los pobres y le siga. Abraham seguía sin comprender totalmente el propósito de Dios, pero hizo lo que entendió era la voluntad de Jehová, “sin saber a dónde iba” (Heb. 11:8). Era un viaje, un camino; era como una utopía, un proceso sin todavía conocer cuál era el final. Estaba claro que el proyecto exigía Fe y obediencia, porque era un compromiso. Mientras  tanto el Dios Jehová seguía actuando, inundándolo de bendiciones tanto materiales como espirituales. Era la forma de Dios revelarse a él en ese medio y tiempo. Abraham luego es tomado como ejemplo de fe y obediencia y el propio pueblo de Israel comenzó a identificarse con él confesándolo como su padre. El plan de Dios tenía un final desconocido.

Tercero, pasando a otro escenario. En la historia bíblica nos encontramos con la Ley mosaica. Perfecto tratado de un claro humanismo. Un tipo de socialismo centrado en la justicia, la igualdad, la inclusión y la opción por los pobres y los necesitados. Era una ley amplia que cubría no solo favorecer las necesidades inmediatas del hombre, sus relaciones con los demás, sino que buscaba el bienestar integral de la comunidad, extendiéndose hasta su entorno, su ambiente. La ley le dio mucha importancia a la tierra y sus riquezas, estableciendo una utilización humanitaria para explotar sus recursos. Se creó el llamado año sabático donde la tierra pasaba automáticamente a un estado de reposo para reenergizarse y el año del jubileo. En ese momento había libertad para los esclavos, perdón de todas las deuda.

La Ley le dio importancia a la salud y bienestar físico del pueblo, estableciendo normas claras para evitar enfermedades, epidemias y endemias. Estableció un sistema de regulación de la alimentación, como aspecto básico para una buena salud. Estableció un sistema de justicia y derechos humanos para proteger a los extranjeros, los delincuentes, los presos. Se crearon las “ciudades de refugio” para acoger aquellos homicidas que cometían un delito accidentalmente o sin mala intención y aquellos que eran perseguidos injustamente. Esta ley humanitaria tenía todos los elementos básicos de un socialismo puro.

Cuarto, viene luego el periodo de los jueces. Estos eran elegidos democráticamente por todo el pueblo. No existían diferencias de género. La mujer podía ser jueza al igual que el hombre. Todos los problemas se dilucidaban en forma comunitaria y siempre para el bien de los habitantes. El juez o la jueza debían estar muy bien vinculados con el Proyecto de Jehová, el cual establecía el derecho y la justicia como norma fundamental y condenaba los juicios por intereses personales. El pueblo se unía ante cualquier amenaza externa para defender su autonomía y mantener su bienestar. Igualmente castigaba duramente la traición y la falta de solidaridad. Los jueces o juezas eran respetados y apoyados por sus decisiones.
Quinto. 

El periodo de los reyes se impuso sin la buena voluntad de Dios, por desobediencia del pueblo, pero igualmente continuaba rigiendo el mismo Plan de Dios. La prosperidad y felicidad del pueblo dependía del comportamiento del rey. Si el rey hacía lo malo delante de Dios, es decir, si no seguía su Proyecto, entonces el pueblo sufría calamidades por castigo de Dios. Al contrario, si hacía lo bueno delante de Dios, entonces el pueblo progresaba, se desarrollaba y recibía el favor y las bendiciones de Dios. Fue un periodo de muchas pruebas del Proyecto de Dios. Pero los buenos reyes como David y Salomón, en sus libros, Los Salmos y los Proverbios reconocían y divulgaban en forma amplia lo que entendían ser el Proyecto de Dios. El Sal. 41 es un  buen ejemplo: Dios promete bendecir al que hace justicia al pobre y al necesitado, “Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová. Jehová lo guardará, y le dará vida. Será bienaventurado en la tierra…” 

Dios se declara el Salvador del pobre, el que levanta a los oprimidos (Sal. 145:14 y 113:7-8).  Los Proverbios de Salomón siguen la misma línea: “hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio” (Prov. 21:3). Dios condena al que aborrece al pobre, “El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará, y no será oído” (21:13). 

Dios condena al que explota al pobre “El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, o que da al rico, ciertamente se empobrecerá” (Prov. 22:16). Dios defiende la herencia de los débiles, “No traspases el lindero antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos; porque el defensor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti.” El Proyecto de Dios es una clara opción por los pobres y él defiende su causa. La firme intención de Dios es que no exista ningún tipo de discriminación, más bien, que reine el amor, la igualdad y la justicia. Eso es un socialismo.

Sexto. Los Profetas del A.T. entendieron los diversos tipos de desviaciones que aplicaban los grandes dirigentes políticos y religiosos del pueblo judío y que eran contrarias al Proyecto de Jehová. De allí que el mensaje de los profetas se centraba en dos elementos importantes para rescatar el Proyecto de Dios. En primer lugar, la denuncia. Los profetas desenmascararon las injusticias que aplicaban los reyes, los sacerdotes, los latifundistas y  los comerciantes con el pueblo. En segundo lugar, le hacían un insistente llamado a arrepentirse de sus pecados. El mensaje de los profetas era: “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo, aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda” (Isa. 1:16-17). 

Los llamaban a volverse a Dios, a retornarse al Proyecto divino que estaban descuidando. En el mensaje de los Profetas, Jehová solo puede ser conocido en la justicia a los débiles (pobre, viuda, desamparado, huérfano, extranjero, marginado, etc.) Este mensaje llega a defenderse de tal manera que los profetas  descartan, en el nombre de Jehová, al templo como centro religioso y todo lo que allí ocurría, mientras no hubiera justicia con los débiles primero.
Es una pauta que siguieron  también los profetas menores como Amós, Oseas y Miqueas. Ellos dirigieron sus mensajes principalmente a los jueces que debían aplicar la justicia y el derecho rectamente, pero al contrario, estaban admitiendo soborno, robándoles las propiedades a los pobres y extorsionando al pueblo. Asimismo se dirigen a los comerciantes; éstos debían cobrar precios justos por sus ventas  y contar con pesos y balanzas equilibradas, sin embargo las balanzas eran adulteradas. 

Este tipo de especulación e injusticia era condenada como un anti-socialismo, una falta de respeto y consideración por los más necesitados. Desde tiempos atrás ya el sabio Salomón había declarado al pueblo que en el Proyecto de Dios el peso y la balanza justa eran de Jehová, pero las medidas falsas le eran abominación (Prov. 11:1, 16:11 y 20:10).

La denuncia contra los injustos y especuladores en los profetas del siglo VIII estaba centrada en que ellos “habían menospreciado la ley de Jehová, no guardaban sus ordenanzas, andaban hablando mentiras; eran tan injustos que se atrevían a vender al pobre por un par de zapatos”. El profeta Amós es fuerte contra los que no acataban el Proyecto de Jehová y en sus denuncias sobresalen cuatro grandes pecados: el lujo de la clase alta, que se observa sobre todo en sus magníficos edificios y en su forma de vida,  la injusticia de los explotadores de los pobres, lo peor de todo es que esta situación solo pueden permitírsela los ricos a costa de los pobres.

La falsa religiosidad, con la cual pretendían esconder sus propias injusticias. Algunas expresiones de Amós son: “Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes…”(2:7). Lo peor era que los injustos luego se iban a los centros de adoración a Jehová para ofrecer sacrificios, pagar sus ofrendas y hacer sus oraciones. Lo cual también es condenado por Jehová como un acto sacrílego, abominable, que él aborrecía y no aceptaba. Miqueas sintetiza su mensaje diciendo: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (6:8). Una nueva invitación a retornar al Proyecto de Jehová. Un Socialismo así debía mantener y regirse por estos principios y valores.

Séptimo, ahora intento hacer un corto recorrido por el N.T. El principal ejemplo lo encontramos en el propio Jesús. Jesús se ubica en la misma línea de los profetas del A.T. Su vida, ministerio y enseñanza revelan su estrecha vinculación con el Proyecto de Dios. Con  Jesús ya no se trata de una reforma dentro del judaísmo como religión oficial, pensando que solo se podían corregir algunos defectos. Jesús proclama una transformación radical. Es una vuelta completa hacia el hombre, su condición humana y su situación personal-social. El Reino de Dios, como mensaje central de Jesús, no es más que una opción por los pobres (enfermos, hambrientos, endemoniados, las mujeres, los pecadores, etc.). 

En el reino los pobres son bienaventurados. El amor y la justicia hacia los pobres y los más necesitados es tema central del evangelio de Jesús. La clave para interpretar el socialismo de Jesús la encontramos en Luc. 4:18-19, cuando dice: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.” Jesús declara cuál es su misión en el mundo y esa es la misión que asumió y cumplió durante su ministerio. Así lo comprobaron los discípulos de Juan el Bautista (Mat. 11:5) y fue lo que luego testimonió la iglesia primitiva mucho tiempo después de la resurrección (Hech. 10:37-39).

Octavo, la Cristología humanista de Pablo resume perfectamente todo el mensaje de las Epístolas paulinas. Pablo utiliza una clave antropológica basada en la gracia de Dios y desde allí plantea una cristología humanista. La gracia se identifica con la liberación del hombre. La gracia es el punto de partida de la condición humana. Para él, todos los seres humanos están en igualdad de condiciones ante Dios (tengan la ley o no). 

Es un perfecto humanismo. Nadie tiene justificación para dejar de amar. El cristiano no tiene otra ley, más que amar, y de manera creadora y concreta. Cada cristiano va a construir amor frente a las necesidades del prójimo, de los seres con quienes compartimos nuestra existencia. El amor auténtico se expresa en la vida social, exterior, comunitaria y no cae en el facilismo y la comodidad.

La Carta a los Romanos presenta una “vuelta” a la historia, en el sentido de la búsqueda de la madurez cristiana; es decir, una que invita al cristiano a comprometerse activamente en amor hacia el prójimo, pero sin vanagloriarse en su propia religión (como hacían los judíos, ver Rom. 2:17 en adelante) ni tampoco en una solución de tipo mágico que se desprende de lo histórico. Para Pablo el reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Señor. 

Eso es un socialismo. Pablo presenta una transformación de la conducta humana perceptible. La idea es hacer a los hombres solidarios, en respuesta al Plan de Dios para el mundo.

Por razones de espacio, dejo sin tratar el aporte de las cartas no paulinas. Recomiendo mi escrito sobre EL SOCIALISMO EN LA EPISTOLA DE SANTIAGO. Igualmente dejo sin mencionar el importante aporte de las Epístolas de Juan y el mensaje socialista en el libro de Apocalipsis.

En conclusión, Dios no es solo un Dios personal, sino también uno que se relaciona estrechamente con el mundo. Es Señor de la historia y tiene un Proyecto dirigido al bienestar humano en forma total, que contempla también la liberación de la creación.

El Proyecto de Dios se dirigió especialmente a favor de los débiles (las viudas, los huérfanos, los extranjeros, los marginados, etc). Si en el A.T. el Proyecto se realizó en la historia del pueblo de Israel, en N.T. el Plan de Dios se plasma en la persona del Señor Jesucristo.

Este asume el gran proyecto de amor, justicia, solidaridad, igualdad e inclusión. Todo lo hizo en una clara opción por los pobres y los necesitados. Esto lo llevó a tener que luchar contra una falsa religión promovida y sostenida por los fariseos y escribas. Los fariseos eran los piadosos, los religiosos y su fama de santidad impresionaba. Los escribas ostentaban títulos para ser reconocidos como auténticos intérpretes de la ley de Israel. 

Allí estaba la amenaza y el peligro. Ellos eran unos manipuladores y mantenían al pueblo oprimido. Jesús no soporta la opresión de unos hacia los otros y va en defensa de los débiles, los indefensos, los pobres de la tierra, en la misma línea de los profetas del A.T. Jesús provocó una ruptura total con los protagonistas de esa apariencia de santidad. Jesús se libera y libera a los suyos, de las instituciones religiosas en que los escribas mantenían prisionero al pueblo. 

A Jesús no le importó autorizar a sus discípulos para recoger espigas en sábado, sanar a un hombre con la mano seca y curar a la pobre señora encorvada. Esto fue una provocación contra los dominadores que no permitían una acción a favor de un enfermo en día sábado. Sino que estaban regidos por reglas de pureza y falsa piedad, a lo cual Jesús no se somete. Esto genera un escándalo entre los grandes líderes del pueblo. Por esta causa Jesús murió.  Los grandes líderes animaron al pueblo para que lo crucificaran.




EL PROYECTO DE DIOS PARA EL HOMBRE ES UN SOCIALISMO
Luis Guevara

No intento inculcar terror ni escándalo en mis lectores, sean o no cristianos. Mucho menos coartar su libertad para seguir creyendo aquello que siempre han creído. Quizás al leer este escrito se produzcan sorpresas explicables, debido a las enseñanzas tradicionales  y los códigos aprendidos y repetidos a través de los años. Solo busco hacer un corto recorrido por los más significativos actos portentosos de Dios, plasmados en las Sagradas Escrituras.

Estoy convencido de que la historia sagrada revela que Dios tiene un Proyecto para la humanidad, extensivo también al cosmos, a la creación y a la naturaleza, tal como lo indica el apóstol Pablo en su carta a los romanos, capítulo 8. Esta “La creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora…” “…para ser liberada de la esclavitud de corrupción y nosotros, también gemimos esperando la adopción,  la redención de nuestros cuerpos”.
Sostengo que este Proyecto divino continúa revelándose a los hombres a través de la historia y de algún modo está llegando también a nuestra propia realidad histórica. 

El Proyecto de Dios atañe no solo a los hombres, sino también a los sistemas y estructuras, sean políticos, sociales, económicos o religiosos y al referirse a las estructuras o instituciones de poder Dios las llama a regirse por su Proyecto y las condena por sus desviaciones.

En la Biblia hay una hermosa variedad de términos  que nombran o caracterizan el Proyecto de Jehová, el Proyecto de Dios o el Proyecto de Jesús. En muchas ocasiones se le llama el plan de Dios, el Reino de Dios, el evangelio o buenas nuevas, el año agradable del Señor, la salvación, la buena voluntad de Dios. Este escrito usa además, términos tales como: un humanismo, la liberación, la dignificación del hombre, la esperanza del hombre, pero, por varias razones he preferido denominarlo “Un Socialismo” (no reducido exclusivamente a lo político).

La idea es crear un punto de encuentro lingüístico, accesible al lector; un tipo de hermenéutica para hacer  comprensible la revelación de Dios en este tiempo y realidad. Es un enfoque teológico centrado en el hombre, en un contexto histórico. Insisto en que la comunicación del mensaje bíblico debe hacerse accesible al lector en su propio contexto. De otra manera se hace incomprensible, abstracto o ambiguo.

Declaro que los escritores bíblicos, tanto del A.T. como del N.T. realizaron esta tarea maravillosamente y presentaron sus escritos en el marco de su realidad histórica. Los escritores del A.T. lo hicieron tomando como marco referencial al Dios que actúa en la historia del pueblo judío. Los del N.T. por su parte, actualizaron dicha acción divina a través de la vida y ministerio de nuestro Señor Jesucristo y su iglesia, considerado ahora como el nuevo pueblo de Dios.

Lo que sigue es un conjunto de varios párrafos donde de manera muy sintética presento algunos de los bloques bíblicos que aluden al diseño del Proyecto de Dios para el mundo y cómo éste delinea un socialismo.

Primero, La génesis del Proyecto se encuentra en la misma creación original, presentada en los primeros capítulos del primer libro de la Biblia. Allí Dios creó todas las condiciones humanas adecuadas para que la primera pareja viviera felizmente. El deseo de Dios era que estas condiciones perduraran para el resto de las generaciones. Dios mismo estableció los principios y valores bajo los cuales debían regirse. Eran valores de justicia, igualdad, amor, fraternidad y solidaridad. 

El gran plan de Dios era que esta pareja y todos los seres humanos disfrutaran de bienestar pleno. Consideró que no era bueno que Adán estuviera solo y le hizo ayuda idónea. Luego los nombró mayordomo de todo lo creado y les ordenó regirse por el Proyecto divino. Cada uno debía cumplir su parte y así vivirían eternamente. Pero ellos desobedecieron. Al cambiar el plan original de Dios retornó el caos. Dios les castigó. Fueron expulsados del jardín donde reinaban las condiciones de vida. Pero el Proyecto de Dios no se paralizó. Ya en este momento comienza a visualizarse la figura de Jesús.

Segundo, surge luego un importante personaje, Abraham el patriarca, extranjero, de Ur de los caldeos, hombre rico, pero a quien se le pide que deje todo para seguir bajo el Proyecto de Dios. Esa exigencia era equivalente al caso del Joven Rico en el N.T. a quien Jesús le pide que se despoje de su riqueza, la entregue a los pobres y le siga. Abraham seguía sin comprender totalmente el propósito de Dios, pero hizo lo que entendió era la voluntad de Jehová, “sin saber a dónde iba” (Heb. 11:8). Era un viaje, un camino; era como una utopía, un proceso sin todavía conocer cuál era el final. Estaba claro que el proyecto exigía Fe y obediencia, porque era un compromiso. Mientras  tanto el Dios Jehová seguía actuando, inundándolo de bendiciones tanto materiales como espirituales. Era la forma de Dios revelarse a él en ese medio y tiempo. Abraham luego es tomado como ejemplo de fe y obediencia y el propio pueblo de Israel comenzó a identificarse con él confesándolo como su padre. El plan de Dios tenía un final desconocido.

Tercero, pasando a otro escenario. En la historia bíblica nos encontramos con la Ley mosaica. Perfecto tratado de un claro humanismo. Un tipo de socialismo centrado en la justicia, la igualdad, la inclusión y la opción por los pobres y los necesitados. Era una ley amplia que cubría no solo favorecer las necesidades inmediatas del hombre, sus relaciones con los demás, sino que buscaba el bienestar integral de la comunidad, extendiéndose hasta su entorno, su ambiente. La ley le dio mucha importancia a la tierra y sus riquezas, estableciendo una utilización humanitaria para explotar sus recursos. Se creó el llamado año sabático donde la tierra pasaba automáticamente a un estado de reposo para reenergizarse y el año del jubileo. En ese momento había libertad para los esclavos, perdón de todas las deuda.

La Ley le dio importancia a la salud y bienestar físico del pueblo, estableciendo normas claras para evitar enfermedades, epidemias y endemias. Estableció un sistema de regulación de la alimentación, como aspecto básico para una buena salud. Estableció un sistema de justicia y derechos humanos para proteger a los extranjeros, los delincuentes, los presos. Se crearon las “ciudades de refugio” para acoger aquellos homicidas que cometían un delito accidentalmente o sin mala intención y aquellos que eran perseguidos injustamente. Esta ley humanitaria tenía todos los elementos básicos de un socialismo puro.

Cuarto, viene luego el periodo de los jueces. Estos eran elegidos democráticamente por todo el pueblo. No existían diferencias de género. La mujer podía ser jueza al igual que el hombre. Todos los problemas se dilucidaban en forma comunitaria y siempre para el bien de los habitantes. El juez o la jueza debían estar muy bien vinculados con el Proyecto de Jehová, el cual establecía el derecho y la justicia como norma fundamental y condenaba los juicios por intereses personales. El pueblo se unía ante cualquier amenaza externa para defender su autonomía y mantener su bienestar. Igualmente castigaba duramente la traición y la falta de solidaridad. Los jueces o juezas eran respetados y apoyados por sus decisiones.
Quinto. 

El periodo de los reyes se impuso sin la buena voluntad de Dios, por desobediencia del pueblo, pero igualmente continuaba rigiendo el mismo Plan de Dios. La prosperidad y felicidad del pueblo dependía del comportamiento del rey. Si el rey hacía lo malo delante de Dios, es decir, si no seguía su Proyecto, entonces el pueblo sufría calamidades por castigo de Dios. Al contrario, si hacía lo bueno delante de Dios, entonces el pueblo progresaba, se desarrollaba y recibía el favor y las bendiciones de Dios. Fue un periodo de muchas pruebas del Proyecto de Dios. Pero los buenos reyes como David y Salomón, en sus libros, Los Salmos y los Proverbios reconocían y divulgaban en forma amplia lo que entendían ser el Proyecto de Dios. El Sal. 41 es un  buen ejemplo: Dios promete bendecir al que hace justicia al pobre y al necesitado, “Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová. Jehová lo guardará, y le dará vida. Será bienaventurado en la tierra…” 

Dios se declara el Salvador del pobre, el que levanta a los oprimidos (Sal. 145:14 y 113:7-8).  Los Proverbios de Salomón siguen la misma línea: “hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio” (Prov. 21:3). Dios condena al que aborrece al pobre, “El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará, y no será oído” (21:13). 

Dios condena al que explota al pobre “El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, o que da al rico, ciertamente se empobrecerá” (Prov. 22:16). Dios defiende la herencia de los débiles, “No traspases el lindero antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos; porque el defensor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti.” El Proyecto de Dios es una clara opción por los pobres y él defiende su causa. La firme intención de Dios es que no exista ningún tipo de discriminación, más bien, que reine el amor, la igualdad y la justicia. Eso es un socialismo.

Sexto. Los Profetas del A.T. entendieron los diversos tipos de desviaciones que aplicaban los grandes dirigentes políticos y religiosos del pueblo judío y que eran contrarias al Proyecto de Jehová. De allí que el mensaje de los profetas se centraba en dos elementos importantes para rescatar el Proyecto de Dios. En primer lugar, la denuncia. Los profetas desenmascararon las injusticias que aplicaban los reyes, los sacerdotes, los latifundistas y  los comerciantes con el pueblo. En segundo lugar, le hacían un insistente llamado a arrepentirse de sus pecados. El mensaje de los profetas era: “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo, aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda” (Isa. 1:16-17). 

Los llamaban a volverse a Dios, a retornarse al Proyecto divino que estaban descuidando. En el mensaje de los Profetas, Jehová solo puede ser conocido en la justicia a los débiles (pobre, viuda, desamparado, huérfano, extranjero, marginado, etc.) Este mensaje llega a defenderse de tal manera que los profetas  descartan, en el nombre de Jehová, al templo como centro religioso y todo lo que allí ocurría, mientras no hubiera justicia con los débiles primero.
Es una pauta que siguieron  también los profetas menores como Amós, Oseas y Miqueas. Ellos dirigieron sus mensajes principalmente a los jueces que debían aplicar la justicia y el derecho rectamente, pero al contrario, estaban admitiendo soborno, robándoles las propiedades a los pobres y extorsionando al pueblo. Asimismo se dirigen a los comerciantes; éstos debían cobrar precios justos por sus ventas  y contar con pesos y balanzas equilibradas, sin embargo las balanzas eran adulteradas. 

Este tipo de especulación e injusticia era condenada como un anti-socialismo, una falta de respeto y consideración por los más necesitados. Desde tiempos atrás ya el sabio Salomón había declarado al pueblo que en el Proyecto de Dios el peso y la balanza justa eran de Jehová, pero las medidas falsas le eran abominación (Prov. 11:1, 16:11 y 20:10).

La denuncia contra los injustos y especuladores en los profetas del siglo VIII estaba centrada en que ellos “habían menospreciado la ley de Jehová, no guardaban sus ordenanzas, andaban hablando mentiras; eran tan injustos que se atrevían a vender al pobre por un par de zapatos”. El profeta Amós es fuerte contra los que no acataban el Proyecto de Jehová y en sus denuncias sobresalen cuatro grandes pecados: el lujo de la clase alta, que se observa sobre todo en sus magníficos edificios y en su forma de vida,  la injusticia de los explotadores de los pobres, lo peor de todo es que esta situación solo pueden permitírsela los ricos a costa de los pobres.

La falsa religiosidad, con la cual pretendían esconder sus propias injusticias. Algunas expresiones de Amós son: “Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes…”(2:7). Lo peor era que los injustos luego se iban a los centros de adoración a Jehová para ofrecer sacrificios, pagar sus ofrendas y hacer sus oraciones. Lo cual también es condenado por Jehová como un acto sacrílego, abominable, que él aborrecía y no aceptaba. Miqueas sintetiza su mensaje diciendo: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (6:8). Una nueva invitación a retornar al Proyecto de Jehová. Un Socialismo así debía mantener y regirse por estos principios y valores.

Séptimo, ahora intento hacer un corto recorrido por el N.T. El principal ejemplo lo encontramos en el propio Jesús. Jesús se ubica en la misma línea de los profetas del A.T. Su vida, ministerio y enseñanza revelan su estrecha vinculación con el Proyecto de Dios. Con  Jesús ya no se trata de una reforma dentro del judaísmo como religión oficial, pensando que solo se podían corregir algunos defectos. Jesús proclama una transformación radical. Es una vuelta completa hacia el hombre, su condición humana y su situación personal-social. El Reino de Dios, como mensaje central de Jesús, no es más que una opción por los pobres (enfermos, hambrientos, endemoniados, las mujeres, los pecadores, etc.). 

En el reino los pobres son bienaventurados. El amor y la justicia hacia los pobres y los más necesitados es tema central del evangelio de Jesús. La clave para interpretar el socialismo de Jesús la encontramos en Luc. 4:18-19, cuando dice: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.” Jesús declara cuál es su misión en el mundo y esa es la misión que asumió y cumplió durante su ministerio. Así lo comprobaron los discípulos de Juan el Bautista (Mat. 11:5) y fue lo que luego testimonió la iglesia primitiva mucho tiempo después de la resurrección (Hech. 10:37-39).

Octavo, la Cristología humanista de Pablo resume perfectamente todo el mensaje de las Epístolas paulinas. Pablo utiliza una clave antropológica basada en la gracia de Dios y desde allí plantea una cristología humanista. La gracia se identifica con la liberación del hombre. La gracia es el punto de partida de la condición humana. Para él, todos los seres humanos están en igualdad de condiciones ante Dios (tengan la ley o no). 

Es un perfecto humanismo. Nadie tiene justificación para dejar de amar. El cristiano no tiene otra ley, más que amar, y de manera creadora y concreta. Cada cristiano va a construir amor frente a las necesidades del prójimo, de los seres con quienes compartimos nuestra existencia. El amor auténtico se expresa en la vida social, exterior, comunitaria y no cae en el facilismo y la comodidad.

La Carta a los Romanos presenta una “vuelta” a la historia, en el sentido de la búsqueda de la madurez cristiana; es decir, una que invita al cristiano a comprometerse activamente en amor hacia el prójimo, pero sin vanagloriarse en su propia religión (como hacían los judíos, ver Rom. 2:17 en adelante) ni tampoco en una solución de tipo mágico que se desprende de lo histórico. Para Pablo el reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Señor. 

Eso es un socialismo. Pablo presenta una transformación de la conducta humana perceptible. La idea es hacer a los hombres solidarios, en respuesta al Plan de Dios para el mundo.

Por razones de espacio, dejo sin tratar el aporte de las cartas no paulinas. Recomiendo mi escrito sobre EL SOCIALISMO EN LA EPISTOLA DE SANTIAGO. Igualmente dejo sin mencionar el importante aporte de las Epístolas de Juan y el mensaje socialista en el libro de Apocalipsis.

En conclusión, Dios no es solo un Dios personal, sino también uno que se relaciona estrechamente con el mundo. Es Señor de la historia y tiene un Proyecto dirigido al bienestar humano en forma total, que contempla también la liberación de la creación.

El Proyecto de Dios se dirigió especialmente a favor de los débiles (las viudas, los huérfanos, los extranjeros, los marginados, etc). Si en el A.T. el Proyecto se realizó en la historia del pueblo de Israel, en N.T. el Plan de Dios se plasma en la persona del Señor Jesucristo.

Este asume el gran proyecto de amor, justicia, solidaridad, igualdad e inclusión. Todo lo hizo en una clara opción por los pobres y los necesitados. Esto lo llevó a tener que luchar contra una falsa religión promovida y sostenida por los fariseos y escribas. Los fariseos eran los piadosos, los religiosos y su fama de santidad impresionaba. Los escribas ostentaban títulos para ser reconocidos como auténticos intérpretes de la ley de Israel. 

Allí estaba la amenaza y el peligro. Ellos eran unos manipuladores y mantenían al pueblo oprimido. Jesús no soporta la opresión de unos hacia los otros y va en defensa de los débiles, los indefensos, los pobres de la tierra, en la misma línea de los profetas del A.T. Jesús provocó una ruptura total con los protagonistas de esa apariencia de santidad. Jesús se libera y libera a los suyos, de las instituciones religiosas en que los escribas mantenían prisionero al pueblo. 

A Jesús no le importó autorizar a sus discípulos para recoger espigas en sábado, sanar a un hombre con la mano seca y curar a la pobre señora encorvada. Esto fue una provocación contra los dominadores que no permitían una acción a favor de un enfermo en día sábado. Sino que estaban regidos por reglas de pureza y falsa piedad, a lo cual Jesús no se somete. Esto genera un escándalo entre los grandes líderes del pueblo. Por esta causa Jesús murió.  Los grandes líderes animaron al pueblo para que lo crucificaran.



domingo, 28 de agosto de 2011

APORTES PARA LA DISCUSIÓN

Para animar la discusión, me gustaría compartir con Uds. algunas reflexiones de compañeros, son ideas expuestas muy rápidamente, por lo tanto deben ser consideradas como apuntes para el debate..Gracias a los compañeros que han expresado sus ideas, y animamos a los demás a colaborar con el intercambio...
JMA
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Hermano, CHICHI
 
Me agrada tu entusiasmo de tratar de ubicar el Reino de Dios aquí en la tierra en nuestra cotidianidad, y contemporaneidad de hecho pienso que en lo particular muchos hermanos ya estaba viviendo el reino desde a mediados del siglo pasado, lo que afirma que estas haciendo en función a lo que percibes, asi como otros hermanos que en nuestros días pudiéramos estar viviendo tal acontecimiento y en lo especial en la unidad que esta enmarcada en el Reino de Dios aquí en la tierra y en lo general ya son muchos mas que se atreven a vivir en el Gozo, Paz y justicia que con lleva tener una conciencia del Reino.

Si en el hoy se acercan muchos mas jóvenes con una conciencia de Reino, y lo empiezan a vivir, sin que nadie los acuse y que nadie los condene (según cristo Juicio Justo y según Karlos Marx lo llamo teoría critica, que es aquella que esta implícita sobre ella misma dicha de otra manera auto observación, mas no critica sobre los demás) estos dos conceptos serian interesantes de introducir en la carta de santiago que propones leer (cuyo documento no lograste adjuntar), ya que tanto Cristo como Marx no plantean etapas de transición sino pasos directos a la meta, para el primero El Reino de Dios y para el segundo el Comunismo.

Si mal no recuerdo a Marx le preguntaron si el era Socialista y el respondió que: No, ya que el era critico de un modelo evolucionado del Capitalismo, y que el había escrito el libro del Manifiesto Comunista con miras de caminar hacia la meta planteada.

Me pregunto entonces, si ya mas de 80 años ya existen hombres y mujeres que empezaron ha percibir una conciencia de Reino y que lo Vivian, en su día a día, no importando su tendencia Política o partidista, y que en la actualidad los jóvenes (los últimos que entraron a labrar en la viña) logran visualizar con muchos ánimos la intencionalidad de la Idea del Reino de Dios aquí en la Tierra.

Sugiero: Por que no llamar más directamente las cosas y con ello reorientamos la idea de Encontrarnos con la idea de Unirnos los Cristianos para establecer la meta del Reino de Dios en nuestros días. (Propuesta Originaria de Cristo) y no llamarlo e otra forma
 
Ya que el nombre colocado en el Blog Encuentro de cristianos por el Socialismo apoya mas bien a una idea partidista, y de Politiquería, cosas que se respetan para los que quieran invertir tiempo en etapas de transición (socialismo) la clave seria trabajar por la unidad del pueblo Cristiano de antemano que es el mecanismo que evita el camino de la  transición y nos conduce directamente a las propuestas de Cristo y Marx (dicho por uno: El Reino de Dios – dicho por el otro: El Comunismo)
 
Nota el que plantea la idea del Socialismo Fue Federico Engels, el gran amigo adinerado de Marx, que por cierto Marx siempre se mantuvo unido a Engels aun que no compartio del todo lo planteado por este.
 
Saludos Hermano
Igor

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JMA escribió:

Saludos...solo unas proposiciones...sin orden de prelación:

1. La Iglesia no es el Reino de Dios..

2. El comunismo tampoco es el Reino de Dios...

3. En la Iglesia solo disfrutamos los signos de Reino pero como en un espejo...parcialmente pues en ella también está sembrada la semilla del Maligno...

4. No sabemos cómo es el comunismo pues nunca ha existido...del socialismo conocemos en parte logros y errores...al menos...

5. La Iglesia es al Reino de Dios, lo que el socialismo es al comunismo...El socialismo es más compatible con el Reino de Dios que el sistema capitalista...

6. Solo Dios construye el Reino de Dios...nosotros solo disfrutamos de sus poderes: gozo, paz, amor, justicia, fraternidad, igualdad, como primicias del Espíritu...solo primicias..."las arras del Espíritu", en lengua paulina..

Abrazos
JMA

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igor sanchez  para usuarioLuisLuisjtomedes55js3422JoséCarloscesarquijadaVictorcrisbelcamposcarlosramosValmoreAndresefralanemanuel_elsier.hageo.herreraigor.sanchezmarchelitagonz.marvinsotillo1Victortriadafilosyogly_suarezLeonardoMartinezCasasantaMara
mostrar detalles 24 ago (hace 5 días)
Estoy de acuerdo con el Chema en:

  1. La Iglesia no es el Reino, de acuerdo,  pero los congregados donde existan las reuniones sera la comunidad de base que generara los acuerdo básicos del Reino y que los vivira en colectivo
  2.  Comunismo no es Reino de Dios, y mucho menos el Socialismo como dices en el escrito el Socialismo (en todas sus forma y facetas) esta plagado de muchos errores , Me quedo con la Propuesta del Cristo (el Reino de Dios aquí en la tierra)
  • Si en la comunidad de base (el hermano menciona Iglesia) también habita el Mal, y que es un elemento que dios a permitido que este alli (no como la figura del coco) mas bien como el cuido que debemos de tener con migo mismo y para con los demás, y poder a si avanzar hacia la meta (El Reino de dios aquí en la Tierra)



  • Cierto no sabemos como es el Comunismo y lo que conocemos de socialismo es un mecanismo evoluciono del Capitalismo, ya que Marx en su enunciado lo cataloga como  “En el Socialismo a cada quien según su capacidad” concepto que se maneja en países Socialistas como, Islandia, Noruega, Suisa y Filandia, , aun que no estoy de acuerdo con el Comunismo, Marx menciona “En el Comunismo a cada quien según su necesidad”, este ultimo concepto aun que no es desde la perspectiva del Reino de Dios se acerca bastante.



  • en tu escrito “La Iglesia es al Reino de Dios, lo que el socialismo es al comunismo...El socialismo es más compatible con el Reino de Dios que el sistema capitalista...”, No estoy de acuerdo, ya que tu mismo mencionas que el Socialismo esta lleno de imperfecciones y con alto contenido de Capital (muchas reservas en dinero, “la raiz de todos los malos segunPablo”), El por que no estoy de acuerdo, esta basados a que los diferentes intentos de Socialismo que han existido Lenin y Stanley en Rosia, Los intentos de la Comuna de Paris, los esfuerzos de Panenkoet en Hungria, Mariategui en el Peru, Fidel, Raul, Camilo y el Che en Cuba, no han logrado germinar objetivo final del Socialismo, todos han sido atacados por el Capital, estos ultimos acaban de introducir reformas en el seno de su Partido Comunist que tiene como fin defenderse del Capitalismo, utilizando el capital. (que contradicción). OJO el hecho el hecho que no este deacuerdo con el Socialismo, no significa que no debamos de ser Revolucionarios Para impulsar el Reino de Dios aquí en la Tierrra. Y es aquí donde planteo la propuesta de Cristo (Mateo 18.18) el cual propone un concepto en este versículo de Politica que esta basado en los acuerdo , que difiere al de la Politiquería aduladora.



  • Si, solo Dios construye el reino a través de los Hombres que es su gran creación, a imagen y semejanza de el, en la medida que el hombre evoluciona la idea del Reino se establecerá mas y mas en la Tierra, Abolir el pecado, la Corrupción de nuestros cuerpos y la Muerte fisica, por lo demás seria disfrutar como dices e todos estos frutos que son producto del reino.

  •  
    Saludos cordiales,
    Igor


    =============

    Apreciados Amigos Igor, Luis, Mauro y José María

         Me permito hacer una pausa en las ocupaciones para dirigirme a ustedes por ser los que se han involucrado en la conversación de algunos temas, en el contexto del muevo acontecimiento como lo es el surgimiento de Cristianos por el Socialismo, asunto que podríamos posponer para una posterior ocasión, y a Muro por su llamada de invitación a dicha propuesta.

         Hermanos y Amigos muy queridos a pesar de la distancia, la cual lamento mucho, es seguido con atención, el intercambio de ideas entre ustedes, por cierto nuevamente son pocos los involucrados en estas discusiones, situación para tomar en cuenta o al menos reflexionar. 

         Ahora con respecto a los planteamientos y opiniones, también me sigue llamando la atención dos elementos que considero importantes, necesarios y sobre todo vitales,  al momento de investigar, analizar, reflexionar, desarrollar o evaluar una idea y una acción, uno es la Cosmovisión Personal y la otra relacionada con la primera,  la cuestión del Método, sobre estos temas he compartido desde hace algún tiempo, por cierto desde mi perspectiva sin tener frutos.

         Particularmente creo, que para comenzar algo primeramente debemos acordar o al menos estar consiente de cual es nuestra Cosmovisión Personal y cual es el Método teórico-práctico que asumimos, como toda persona, en nuestro desarrollo personal como seres sociales o de relación, por cierto estos dos elementos en la gran mayoría de nosotros están instalados sin que estemos consciente de ello.

         Estamos hablando entonces por ejemplo, de la unidad y la relación idea-realidad, de cuál de ella partimos para la acción y la reflexión, ambas están involucradas, cómo, más aún, hay consciencia de ello. Cuál es nuestra concepción y como entendemos  la familia, la sociedad, el mundo, el universo, lo entendemos y lo asumimos con una visión fragmentada, aislada, separada o la concebimos y las asumimos como unidades de relación, entrelazadas, vinculadas, la reflexionamos sólo desde una idea, concepto, pensamiento, creencia o tomamos en cuanta su dinámica, su metabolismo, lo que sustenta y reproduce dicha dinámica de la realidad concreta donde  todos y todas estamos involucrados y donde existen o se establecen diferentes grados de responsabilidad. Estamos consciente,que papel juega y es importante para nosotros eldesarrollo histórico en todo esto.

         En la misma idea y posiblemente la más importante,  somos iguales, todos estamos en la misma condición en nuestro diario vivir, por qué, esta situación es espontánea, ingenua, es porque unos nacemos flojos y brutos y otros inteligentes y diligentes, o es producto un sistema de relaciones impuesto y establecido con intención, por el aprovechamiento y uso del Poder por intereses de grupo, y si este es el caso,entoncescuales son esos sistemas de relacionas, cómo funcionan, ante estos, cuál es la opción, cuál es la propuesta, lo que estamos haciendo toma en cuenta, atiende e incide en todos y en cada uno de los elementos de este sistema macro como unidad  o esto no es importante ni necesario.

        Y algo ya más cercano,si hago opción Política y más específico si hago opción Política de la Fe, desde dónde la hago y en función de quién, actuamos solamente en lo "espiritual", lo social, lo grupal, lo local, lo sectorial y hasta lo nacional, construyo y me vinculo sólo con los que tienen mis mismas creencias y cultura o asumo que las condiciones de la  realidad y la verdad se construyen desde lo multicultural, lo multiétnico, lo multireligioso y lo global.    
         Me gustaría por ahora, no extenderme más y  dejar hasta aquí este pequeño aporte e inquietud, con la intención que sea algo útil en el encauzamiento de la discusión. Por otro lado creo estratégico ir paso a paso en la conversación por los muchos temas, complejos por cierto, involucrados y en mesa. 

        Pienso que lo importante es mantener el ánimo, respetar y considerar las diferentes opciones y posturas, esto nos permitirá mantener  el contacto, la vinculación y sobre todo  cultivar el respeto, la amistad entre nosotros, de manera de que sea posible otra sociedad, otro mundo.

       Otra cosa donde queda la poesía y el vino en todo esto.... jajajaja
    Saludos y Abrazos Muy Fuertes !

    Hoy con entusiasmo, Alonso desde Maracay.

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    Hola Alonso.

    Al evaluar tu aporte, observo que planteas un largo y tortuoso camino para generar un proyecto de vida o para tomar una decisión concreta en relación a la situación y condición de los seres humanos. De todas maneras, no es desdeñable sumergirse en ese mundo. Siempre es más sólido pasar por una investigación pura y exacta, un análisis acertado  y una evaluación objetiva de las ideas y las acciones para luego escoger la mejor. El problema está en la "pureza", lo "acertado" y la "objetividad" de ese camino.

    Te cuento que por aqui en oriente ya tenemos casi tres años analizando nuestra participación en la sociedad venezolana. Originalmente partimos de varias características que nos unen: venezolanos, cristianos, con historial eclesiástico, conocedores de la Biblia y descontentos con la tradición de la iglesia institucionalizada. Eso nos llevó en el año 2009 a analizar nuestra situación a la luz de un importante tema: LA DIMENSION POLITICA DE LA FE. Realizamos varios encuentros tanto en El Tigre como en Puerto Ordaz y Cumaná. Nos ayudó mucho nuestra alianza con ECUVIVES y las relaciones con Javier Arrue y otros líderes de Caracas. En una fase muy inicial reconocimos el papel que juega el cristiano en los asuntos políticos. Entendida la política, como un quehacer que busca el bienestar del otro, en todos los sentidos. Antes, y debido a nuestra tradición eclesiástica, el término "política" nos causaba incomodidad y hasta algo de terror. No pensábamos que era de Dios, bíblico,  propio de un cristiano, mucho menos misión de la iglesia.

    En todo este trayecto nos preguntábamos ¿QUE VAMOS A HACER? Asistimos al IV Encuentro Nacional de ECUVIVES en Caracas. Fuimos impactados en varias formas. Tu mismo nos transmitiste una necesidad de cambio. Recibimos estrujones, pero seguimos adelante. Pasamos orientaciones muy buenas sobre la necesidad de analizar, generar ideas y proyectos, accionar y evaluar nuestras acciones. Seguimos ese camino. Luego nos sumergimos en el tema de  LA UNIDAD, el cual mantenemos como tema vital para consolidar el grupo.
    Vino el nuevo año y comenzamos a analizar nuestra situación, ahora, a la luz del REINO DE DIOS.  Eso nos ha ocupado varios meses. Creemos que es un firme fundamento para  nuestra posibilidad de acción. Durante este año, en varias ocasiones analizamos dicho tema, pero ya en una forma muy concreta: LA DIMENSION PRESENTE DEL REINO. Realizamos varios encuentros con diversos exponentes, todos muy bien versados en la temática.Nos orientaron, nos motivaron y hasta nos impulsaron hacia una acción concreta. 

     Finalmente decidimos invitar a José María Abreu, para realizar varios FOROS SOBRE EL REINO DE DIOS Y SUS IMPLICACIONES. En El Tigre generamos un cúmulo de CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES, a partir del análisis de dicho tema. No todos asistieron y allí comenzó un vacío. Se perdió un poco el hilo del análisis. Pero no desmayamos y volvimos a invitar al Chema para otro Encuentro, ahora en Pto. la Cruz. La temática fue la misma. Retomamos lo del Tigre y avanzamos. Allí decidimos escribir la ya conocida PROCLAMA y realizar un acto: UNA ORACION POR LA SALUD DEL PRESIDENTE. Por eso, ahora algunos nos acusan de haber pecado. Solo nos alegra que nada de lo ocurrido en ese Encuentro es antibíblico o anticristiano. Para iniciar nuestro accionar, aunque de manera muy sucinta, decidimos crear un blog, el cual llamaríamos ENCUENTROCRISTIANOSPORELSOCIALISMO.BLOGSPOT.COM, todavía en su fase de registro, hasta que se logre su indexación.

    Desde allí nos estamos alimentando, por ahora. Estimado Alonso, te agradezco mucho tu participación. Es un foro abierto a las ideas. Por los momentos estamos basando nuestra reflexión en un recorrido bíblico y cristiano, sin apartarnos de la realidad venezolana. Pero yo se que debemos trillar otros caminos. Seguiremos avanzando. Ya estamos organizando otro Foro para Pto. la Cruz. Esta vez el tema será más eclesiológico. Estamos tratando de vincularnos con más pastores y líderes de las iglesias cristianas, de una manera ecuménica.  
    Bueno, seguimos en contacto. Tu tienes mucho que aportar. Haz bien sin mirar a quien.

    Saludos. Luis Guevara

    El 27 de agosto de 2011 16:37, Alonso MartInez <alonsomarti@gmail.com> escribió: